La web stop5ginternational.org tiene un apartado titulado «Por qué hay que decir NO al 5G». Dentro de este apartado, en el subapartado «Nuestros niños» se puede leer lo siguiente (traducción del inglés):
Los estudios sobre las tecnologías de comunicación inalámbrica demuestran que la tecnología tiene profundos efectos en nuestro cerebro y en nuestro ser. El suicidio, la soledad y la depresión están alcanzando unos niveles de epidemia. El profesor Jean Twenge, de la Universidad Estatal de San Diego, afirma lo siguiente: «Los jóvenes están al borde de la peor crisis de salud mental que hemos tenido en décadas». La adicción a la tecnología va en aumento, y la adicción a los videojuegos se encuentra incluida actualmente en la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los médicos prescriban a los niños «un tiempo de juego creativo y desconectado». El que una recomendación así sea necesaria es un triste ejemplo de la situación actual. Los adolescentes muestran síntomas de adicción cuando se quedan mirando a las pantallas nueve horas al día, mientras que están expuestos a la radiación no ionizante del Wi-Fi y de los dispositivos.
Nuestros hijos necesitan estar más tiempo en contacto con la naturaleza y con otros niños, y pasar menos tiempo con la tecnología y las pantallas. La tecnología 5G empeorará el problema de la dependencia a la tecnología y la adicción a la misma.
Hemos permitido que la industria determine quiénes somos, qué hacemos y hacia dónde nos dirigimos como especie. Nosotros y nuestros hijos merecemos algo mejor. No necesitamos más conectividad a Internet; necesitamos más conexión.
Efectivamente, los dispositivos con pantallas generan una gran adicción, como ya se ha comentado en este mismo blog. Básicamente, nos sirven para evadirnos de una realidad que no nos gusta. Pero, además, gracias a las pantallas táctiles, nos acostumbramos a conseguir todo lo que queremos en cuestión de segundos, algo que, en el caso de los más pequeños, acarrea unas consecuencias que se describen en este breve vídeo:
Conducta agresiva en niños: la tecnología influye negativamente (Instituto para padres, marzo de 2019)
Los efectos de la adicción a las pantallas en el cerebro humano se analizan en la siguiente disertación, en la que el ponente ofrece algunos consejos para mantener la mente viva y prevenir la llamada demencia digital:
¿Cómo afectan las nuevas tecnologías a nuestro cerebro? (Quién está detrás, enero de 2020)
Sobre la influencia de las pantallas en los más jóvenes ha escrito Jon E. lllescas, doctor en Sociología, docente y autor de los libros La dictadura del videoclip y Educación tóxica: el imperio de las pantallas y la música dominante en niños y adolescentes.
Ponencia:»Educación Tóxica», de Jon Illescas (Acción Solidaria Tudela, dic. 2019)
Una interesante entrevista a este autor se puede escuchar en el episodio «Control de masas: El imperio de las pantallas» del espacio radiofónico Doble cara. Conocer a fondo las consecuencias que para las personas, y en especial para los más jóvenes, tiene el uso de una tecnología adictiva que nos venden como algo fenomenal, supone dar un paso más para ofrecer resistencia al proyecto de control total de la humanidad.
A través de este enlace se accede a más información sobre la ingeniería social.