La Geoingeniería

Agradecemos a la investigadora Sofia Smallstorm que haya tenido la amabilidad de autorizarnos a traducir en este blog los artículos que ha publicado en el sitio

http://www.aboutthesky.com/

La tercera entrega corresponde al artículo original en inglés que puede leerse en este enlace:

https://www.aboutthesky.com/aboutthesky/geo-engineering

LA GEOINGENIERÍA

La Geoingeniería se define como la manipulación a gran escala del medio ambiente de la Tierra para satisfacer las necesidades humanas y «fomentar la habitabilidad». Aunque en otro tiempo fue un tema controvertido, científicos de todo el mundo están siendo contratados y pagados para desarrollar métodos de geointerferencia que afectan a nuestro clima y a nuestra topografía en un intento de mitigar la «crisis del calentamiento global» actual. Se ha extendido la idea de que es necesario enfriar nuestro planeta porque el dióxido de carbono que hemos generado de una forma tan imprudente quemando combustibles fósiles esta calentando el planeta y destruyendo la capa de ozono que nos protege.

Las Naciones Unidas prohibieron las operaciones climáticas con fines bélicos en 1978. Sin embargo, se están desarrollando programas mundiales experimentales de creación y manipulación de «nubes cirro» artificiales, supuestamente con la intención de combatir el cambio climático (un articulo sobre este tema se puede leer aquí).

Prestemos atención a lo que dicen algunos de los científicos del Departamento de Energía (Department of Energy, D.O.E.):

Paul Moyer: «Se llama Geoingeniería. Es la lucha contra el calentamiento global soltando unos polvos químicos en la atmósfera».

Gregory Benford: «Tenemos que crear todo esto artificialmente para conseguir el tipo de nubes más adecuado a los efectos que queremos conseguir. Podemos usar óxido de bario, que genera nubes grandes y esponjosas, o bien cantidades pequeñas de aluminio, que es benigno para el medio ambiente, y básicamente controlar el clima». (Testimonios extraídos de un programa informativo del KNBC Channel 4 del 23 de mayo de 2006.)

Aluminio y Bario

Como las nubes que se forman en medios con muy poca humedad únicamente lo hacen cuando sutiles partículas presentes en el aire acumulan la humedad ambiente a su alrededor, entonces algo debe de haber en el aire cuando las «estelas de condensación» persisten para formar «nubes» de un material blanco. La hipótesis de Clifford Carnicom sobre las sales metálicas guarda relación con la información básica ofrecida más arriba: como es imposible que las nubes se formen en un ambiente de humedad relativa inferior al 70 % sin que intervenga un aerosol de partículas diminutas, entonces dichas partículas tienen que estar presentes cuando las «estelas de condensación» se convierten en nubes. Lógicamente, estas partículas deben tener núcleos que se sientan atraídos por el agua, como las sales. Carnicom llega a la conclusión de que las sales de bario (óxidos) pueden jugar un papel clave en este asunto. El óxido de bario absorbe la humedad y el CO2 y también causa dificultades respiratorias.

Niveles altamente tóxicos de aluminio y bario (que superan los límites normales) ya han aparecido en muestras de suelo y de agua potable a lo largo y ancho de Estados Unidos. Los habitantes de Arizona y del norte de California han pagado para que se realicen análisis de muestras medioambientales en laboratorio y están presentando los resultados ante las autoridades locales. ¿Por qué no hacemos lo mismo? (en este artículo se puede obtener más información).

Conviene saber que los aerosoles con los que evidentemente nos están fumigando contienen, entre otras cosas, material particulado metálico que se ioniza (se carga eléctricamente) por la luz del sol. Así, el aire en el que vivimos, que era un medio neutro y apto para la vida, ha sido transformado en un plasma con carga eléctrica (un gas conductor). Nos dicen que los experimentos que se están realizando para desviar la luz solar se hacen por nuestro bien. Nos dicen que el fenómeno del «oscurecimiento global», que ahora la NASA admite como una consecuencia de las capas de neblina originadas por las «estelas de condensación persistentes», servirá para enfriar el planeta (en un par de décadas ya hemos perdido el 20% de la luz solar).

En realidad, rodear la Tierra de metales reflectantes equivale a cubrir una patata cocida con papel de estaño. Las fibras de polímeros que también contienen los aerosoles son fundamentalmente plásticos que atrapan el calor y lo retienen. Además, los polímeros se las arreglan para retener la humedad atmosférica, impidiendo que llueva (aunque en otras ocasiones, tras una fumigación fuerte, llueve). La puesta en marcha y el apagado de los fenómenos meteorológicos, la retención del calor y la filtración de la luz solar parecen ser formas de manipulación medioambiental.  ¿Estarán jugando los científicos con el tiempo atmosférico aparentemente para «ayudarnos», cuando el verdadero plan podría ser crear o agravar el «calentamiento global» para que terminemos pidiendo un remedio artificial a lo que parece un «cambio climático» imparable? Podríamos plantear otra pregunta: ¿Todo esto es fortuito o ha sido planeado? ¿Estarán los científicos «descubriendo» técnicas «para ayudarnos» solo con el fin de hacernos creer que necesitamos esta ayuda y así, cuando la existencia del programa de fumigación con aerosoles sea admitida oficialmente, la mayoría de la gente lo aceptará como algo positivo y necesario?

Problema, reacción, solución

Durante mucho tiempo, los globalistas han empleado lo que se conoce como «la dialéctica hegeliana» para introducir en nuestras vidas cambios que en circunstancias normales no consentiríamos. Primero hacen que las circunstancias sean anormales. Crean un problema y después nos ofrecen la solución. Llegan las desastrosas tormentas debidas al calentamiento global, y estas hacen creer a los seres humanos que están a merced de la naturaleza. Entonces se nos ofrece el tiempo atmosférico artificial y una recreación artificial de la Tierra como la única solución a nuestro aprieto.

Lo que no nos cuentan es que están creando una matriz, un mundo completamente artificial en el que toda la «vida» estará controlada por medio de la tecnología. (Un artículo sobre la Geoingeniería publicado en el New York Times se puede leer aquí).

Ahora el cambio climático… y después la fumigación de nubes

La creación de «nubes» mediante fumigaciones para salvarnos del calentamiento global es una mala excusa (futura) para un programa que en este momento no existe oficialmente. Cuando estudiamos la naturaleza de las «nubes» que proceden de las estelas químicas o chemtrails y su contenido, empezamos a caer en la cuenta de que todo esto esta premeditado. No solo nos estamos quedando sin luz (recordemos que las plantas están en la base de toda la cadena alimentaria al fabricar alimentos a partir de la luz solar), sino que además estamos respirando y absorbiendo sustancias que están cambiando intrínsecamente nuestra bioquímica (en el portal http://www.carnicominstitute.org/ se pueden ver análisis de sangre y de piel). Las partículas metálicas presentes en el aire que inhalamos han desplazado al oxigeno. Además de que nuestro aire es conductor, nosotros mismos estamos cargados eléctricamente y por lo tanto también somos conductores.

El proyecto HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program o Programa de investigación de alta frecuencia auroral activa), sito en Alaska, consiste en un conjunto de antenas que disparan ondas ELF y otras frecuencias a la ionosfera. Calificado como un programa de «investigación» y de «vigilancia» inofensivo, es muy probable que el HAARP este modulándonos a los seres humanos gracias a nuestra conductividad.

Según la geocientifica Leuren Moret, el HAARP también puede tener efectos en el suelo. Tras leer este artículo de julio de 2008 sobre el reciente terremoto de la provincia china de Sichuan que destruyó la mayor fabrica de armas del país, podremos considerar su trascendencia.

El siguiente vídeo grabado a intervalos de tiempo muestra la rapidez y sistematicidad con que la fumigación de estelas cubre el cielo, creando un nublado y filtrando la luz solar (primera parte de un documental titulado Don’t talk about the weather o No habléis del tiempo atmosférico).

Según el MIT, el aluminio destruye el ADN de las raíces de las plantas

La revista Technology Review del Instituto Tecnológico de Massachusetts o MIT admite en su edición de octubre de 2008 que el aluminio da lugar a un ion en el suelo que es tóxico para las plantas: «la toxicidad del aluminio es el principal factor que retiene el crecimiento de los cultivos en casi el 20% de las tierras cultivables del mundo». Pero resulta que los científicos han descubierto ahora «una simple mutación de un único gen que hace que las plantas crezcan bien en suelos que contienen niveles de aluminio que normalmente resultarían tóxicos».

¡Estas son las maravillas de la Geoingenieria! Primera pregunta: ¿cómo han llegado estas cantidades de aluminio al suelo? ¿Recordamos que el análisis de las muestras de suelo y de agua está dando niveles de aluminio altamente peligrosos? (En los portales www.ArizonaSkyWatch.com y www.CaliforniaSkyWatch.com hay mas información; nosotros también podemos llevar al laboratorio una muestra de suelo local para que la analicen a ver qué sale). También hay que tener en cuenta el hecho de que los árboles y las hierbas se están muriendo por todo el país, al parecer debido a algún tipo de toxina o de hongo que les afecta (véase CaliforniaSkyWatch). ¿Podría ser el aluminio uno de los culpables? Si nos damos cuenta de que el aluminio llega a nuestro suelo procedente del cielo, y entonces nos enteramos de que la biotecnología está desarrollando plantas que pueden crecer a pesar de la presencia de aluminio venenoso en el suelo, podemos llegar a la conclusión de que alguien está preparándose para controlar nuestro suministro de alimentos, y ese alguien no somos nosotros.

Más adelante, el informe del MIT señala: «Se sabe que los iones tóxicos de aluminio dañan el ADN, y el nuevo estudio sugiere que las plantas responden interrumpiendo el crecimiento de las células del extremo de sus raíces cuando acumulan demasiado daño en el ADN». Entonces, ¿qué le ocurre al ADN de los seres humanos y de los animales gracias al aluminio? ¿También interrumpimos nuestro desarrollo? Tengamos en cuenta que en el campo de la genética se están diseñando todo tipo de alternativas a la procreación natural… Y dentro de poco puede que todos los seres vivos sean generados en un laboratorio. (El artículo del MIT se puede leer aquí).

Artículo traducido por Conrad R.

Eberhard Grossgasteiger
Fotografía: Eberhard Grossgasteiger