La ingeniería climática, el aluminio y el alzhéimer

Traducimos a continuación al español un artículo cuya versión original en inglés se puede leer haciendo clic en los siguientes enlaces:
http://www.geoengineeringwatch.org/climate-engineering-aluminum-and-alzheimers/
https://rebelsiren.wordpress.com/2014/10/24/alzheimers-association-forgets-history-doomed-to-repeat-itself/
Nota: Hemos distinguido entre el nombre común “alzhéimer” (con tilde en la 23ª edición del diccionario de la Real Academia Española) y la expresión “enfermedad de Alzheimer” (en la que el apellido de origen alemán no lleva tilde).

LA INGENIERÍA CLIMÁTICA, EL ALUMINIO Y LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

Artículo original publicado el 24 de octubre de 2014 en el blog Rebel Siren con el título SI LA ALZHEIMER’S ASSOCIATION TAMBIÉN PIERDE LA MEMORIA, ENTONCES LA HISTORIA SE REPETIRÁ:

https://rebelsiren.wordpress.com/2014/10/24/alzheimers-association-forgets-history-doomed-to-repeat-itself/

A) INTRODUCCIÓN DE DANE WIGINGTON

No hay manera de escapar del caldo tóxico de metales pesados y sustancias químicas que, procedente de los programas de ingeniería climática a escala mundial, se extiende por toda la atmósfera obligándonos a inhalarlo en cada respiración. El aluminio es el principal elemento que se menciona en numerosas patentes de geoingeniería. Cantidades extremas de este metal pesado altamente tóxico aparecen en los análisis del agua de lluvia realizados en laboratorios de todo el mundo. Y si está en la lluvia, entonces está en el aire. Si existen estudios revisados que establecen una conexión entre el aluminio y la enfermedad de Alzheimer, ¿cómo es que la Alzheimer’s Association se niega a reconocer este hecho? ¿Quién mueve los hilos de la Alzheimer’s Association? ¿Por qué quieren ocultar la conexión aluminio-alzhéimer? El siguiente artículo es un resumen muy completo de los peligros que el aluminio representa para el sistema neurológico y para el organismo humano en su totalidad.
Dane Wigington

www.geoengineeringwatch.org

B) UN INFORME REVELA QUE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ES EN LA ACTUALIDAD LA MAYOR AMENAZA PARA LA SALUD DE LOS ESTADOUNIDENSES

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/2013/03/06/alzheimers-health-united-states-america-threat_n_2820887.html

C) ¿EL ALUMINIO PUEDE CAUSAR LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?
Autor: Melvyn R. Werbach, MD.

«Varios estudios han descubierto la existencia de una relación directa entre el nivel de aluminio existente en el agua potable de la red de abastecimiento local y el riesgo de contraer la demencia de Alzheimer».

Fuente: http://www.laleva.cc/environment/aluminium_alzheimer2.html

D) ESTUDIOS CIENTÍFICOS LLEGAN A LA CONCLUSIÓN DE QUE EL ALUMINIO ESTÁ RELACIONADO CON LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

Cambios funcionales y morfológicos en cultivos de neuronas de la corteza cerebral de una rata inducidos por la aplicación de aluminio durante un período de tiempo largo.

«El aluminio es una sustancia neurotóxica ambiental y un posible factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer. La neurotoxicidad del aluminio en un cultivo de neuronas de la corteza cerebral de una rata se investigó usando un sistema de ensayo para la formación de sinapsis y de inmunohistoquímica. La frecuencia de las oscilaciones espontáneas del Ca2+ intracelular, que se correlaciona con el número de sinapsis, se redujo tras la exposición a 100 μM de cloruro de aluminio durante 22 días. La aplicación de aluminio durante un período largo (48 días) causó la agregación de los cuerpos celulares y la división de las protuberancias en haces. Las protuberancias y los cuerpos celulares se tiñeron fuertemente por el anticuerpo de la proteína tau, que es uno de los principales componentes de los ovillos neurofibrilares del alzhéimer. Esto parece indicar que las características de la degeneración (inducida por el aluminio) de las neuronas en cultivo muestran algunas similitudes con la patología observada en los cerebros afectados por la enfermedad de Alzheimer».
Fuente: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0006291X92902179

E) INFORME SOBRE EL CASO DE UN INDIVIDUO EXPUESTO AL ALUMINIO POR SU PROFESIÓN Y QUE PRESENTA UNA CANTIDAD ELEVADA DE ALUMINIO EN EL CEREBRO Y LA APARICIÓN TEMPRANA DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.
Por Chris Exley, Biólogo de la Universidad de Stirling, autor de una tesis doctoral sobre la ecotoxicología del aluminio. Profesor de Química bioinorgánica y Profesor Honorario en el UHI Millennium Institute.

La experiencia académica del Dr. Exley en la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Keele, Staffordshire, Reino Unido, se puede consultar aquí.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24513181

«Introducción: El aluminio es una conocida sustancia neurotóxica y la exposición al aluminio en el medio laboral ha sido relacionada con el desarrollo de enfermedades neurológicas, entre ellas el alzhéimer. Aquí exponemos los primeros datos detallados e inequívocos que demuestran la existencia de un contenido considerablemente elevado de aluminio en el cerebro de un individuo que se vio expuesto al aluminio por razones laborales».

Fuente: http://www.jmedicalcasereports.com/content/pdf/1752-1947-8-41.pdf

F) ATANDO CABOS

A continuación publicamos un artículo detallado y con referencias, Making Sense of Science – Aluminum [Hagamos que la ciencia tenga sentido: el aluminio], originalmente publicado el 2 de julio de 2014 por The Liberty Beacon, que nos ayudará a atar cabos, dejando al descubierto las mentiras de los medios corporativos (desinformación / propaganda) y su statu quo de «negación» resultante (siguiendo las órdenes de los empresarios especuladores), que ha continuado a lo largo de la historia hasta nuestros días, a costa de nuestra salud colectiva y del medio ambiente mundial.

HAGAMOS QUE LA CIENCIA TENGA SENTIDO: EL ALUMINIO

http://www.thelibertybeacon.com/2014/07/02/making-sense-of-science-aluminum/

Publicado el 2 de julio de 2014 por la redacción de The Liberty Beacon y archivado en SALUD.

Whats your Poison

Por Anna Rodgers, colaboradora de The Liberty Beacon

El 10 de mayo [de 2014], un artículo que ocupaba una página completa apareció en la página 6 del diario The Sun sobre mi próximo libro, Toxic World Toxic People – The Essential Guide To Health, Happiness, Parenting and Conscious Living [Mundo tóxico y gente tóxica. La guía imprescindible para la salud, la felicidad, la crianza de los hijos y la vida consciente]. La periodista Helen Gilbert extrajo datos de mi obra para redactar su artículo.

Helen informó acerca de cuatro sustancias tóxicas comunes y peligrosas en su artículo titulado What’s Your Poison? [¿Cuál es su veneno?]: el plomo, el mercurio, el cadmio y el aluminio, que ahora están presentes no solo en el ambiente que nos rodea, sino también en algunos de los alimentos que comemos, en los medicamentos que tomamos, en los productos que aplicamos sobre nuestra piel y en los materiales con los que construimos nuestras casas y otras estructuras. Incluso muchas fórmulas infantiles contienen niveles preocupantes de varias sustancias químicas tóxicas, entre ellas el aluminio. He escrito sobre estas cuatro bastante extensamente en uno de los capítulos de mi libro. Helen obtuvo algunos datos a partir de dicho capítulo.

El martes por la tarde me enteré de que uno de los mayores portales de Internet dedicados a la ciencia en el Reino Unido, Sense About Science [La ciencia con sensatez] había desacreditado por completo el artículo contraatacando con otro titulado Tackling Misconceptions About Toxins [Abordemos algunas ideas erróneas sobre las sustancias tóxicas].

A juzgar por algunos acontecimientos muy importantes que se han sucedido a lo largo de la historia, da la sensación de que la ciencia dominante no siempre quiere que el público conozca la peligrosidad de determinadas sustancias, pues por lo general las mismas organizaciones científicas dominantes fueron las que dijeron desde el principio que estas sustancias no entrañaban riesgos, para que años más tarde se demostrase lo contrario.

¿Alguien recuerda las grandes mentiras que nos contaron sobre el tabaco, el DDT, el plomo, la talidomida y el Vioxx, por mencionar solo algunos ejemplos? Todas estas sustancias fueron promovidas como seguras, saludables y buenas para nosotros por este tipo de organizaciones «científicas».

Ahora todos sabemos la verdad.

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No se trataba de mentirijillas, sino que en realidad eran mentiras de las gordas que hacían ganar a muchas compañías miles de millones de libras. Pero lo más importante son todas las personas a las que hicieron daño con estas mentiras, con la ausencia de análisis adecuados y con la forma en que estos productos se comercializaron. Hubo muertes, enfermedades y cánceres causados directamente por estas mentiras, y en realidad podrían ser millones. En todos estos casos se falsificaron estudios y hubo gente a la que pagaron para que guardara silencio o para que mintiera de modo que las compañías pudieran seguir vendiendo sus productos. No fue una tarea fácil conseguir que asumieran la responsabilidad del daño que habían causado. Y en cada uno de estos casos, médicos y científicos hablaron en nombre de estas empresas y a favor de sus medicamentos, sus pesticidas y sus cigarrillos, diciéndoles a los ciudadanos: «Pueden ustedes confiar en nosotros, puesto que somos expertos».

Sin embargo, fíjense en lo que hoy sabemos: que todos ellos mintieron.

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La mayoría de las personas que lean estas líneas sabrán que vivimos en un mundo en el que, ahora más que nunca, nuestras autoridades están siendo sobornadas para que hagan lo que las empresas poderosas quieren que hagan. Hay congresistas que están siendo comprados para que voten a favor de aquello que interesa a las compañías; nuestros gobiernos nos mienten constantemente y parece que nunca hacen lo que prometen, y por todas partes están demandando a las compañías farmacéuticas por fraude y por falta de ética profesional. Esto es una realidad, y no es que suceda a pequeña escala, sino que se trata de un abuso generalizado.

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Aquellos que son conscientes de esta situación deben saber que hoy en día, cuando la ciencia dominante ridiculiza algo, por lo general es porque alguien está tratando de aplastar la posibilidad de que la verdad salga a la luz para la mayoría de los ciudadanos. Tratan desesperadamente de poner una venda sobre los ojos de las personas mediante el uso de la vieja historia de siempre: «confíen en mí: soy un experto».

Vioxx

En estas situaciones, a menudo me acuerdo de esta cita tan conocida:

Toda verdad pasa por tres etapas. Primero, es ridiculizada. En segundo lugar, es rebatida violentamente. En tercer lugar, se acepta como algo obvio.

Arthur Schopenhauer, filósofo alemán (1788 – 1860)

Pues sí, así es. Las inquietudes acerca del DDT, del plomo, del tabaco, del Vioxx y de la talidomida fueron ridiculizadas primero y fuertemente rebatidas después, pero ahora resultan obvias.

Talidomida

La web Sense About Science puso por los suelos el artículo de Helen diciendo que ninguna de las afirmaciones que yo había hecho eran ciertas y que yo estaba alarmando al público.

Pero no se dan cuenta de que su artículo, por la forma en que lo escribieron (el documento PDF, muy mal redactado, se puede ver aquí) era de chiste y puedo demostrar por qué. Tiene tantos agujeros que casi hace reír.

Lo primero que vemos es que básicamente quieren que el público crea que las sustancias químicas naturales son mucho más peligrosas que las fabricadas por el hombre, y que ninguna enfermedad ni ningún cáncer se debe a la exposición a los productos químicos. Si bien es cierto que algunas sustancias químicas naturales pueden ser perjudiciales en determinadas cantidades o para las personas sensibles a ellas, la mayoría no lo son, ya que no tienen la misma composición que las sustancias químicas sintéticas. Y una cuestión interesante sobre las sustancias químicas en general: ¿cómo sabemos que algunos individuos no serán sensibles a ellas o, peor aún, que no se verán seriamente perjudicados por ellas? Porque lo que no es perjudicial para una persona puede de hecho ser muy perjudicial para otra. Si uno de los sistemas de nuestro cuerpo, por ejemplo, el sistema endocrino (las hormonas), no funciona de manera eficaz, entonces una sustancia química que se ha demostrado que es perjudicial para el sistema endocrino puede hacer que empeoremos.

Por lo tanto, es muy probable que los productos químicos sintéticos estén provocando cánceres (o, en el caso que nos ocupa, que sean la causa del alzhéimer), porque sabemos que a eso es a lo que apuntan los estudios que se han realizado sobre algunas de las sustancias químicas en cuestión. ¡Muchas sustancias químicas fabricadas por el hombre son agentes cancerígenos conocidos! Esto es un hecho, pero lo más preocupante es que algunos de los productos químicos que estas organizaciones respaldan (afirmando que son seguros) han sido lanzados al mercado antes de que se demostrase su seguridad a largo plazo, o cuando se mezclan con otras sustancias.

Así que estas organizaciones científicas están afirmando algo que, para empezar, no se ha demostrado que sea cierto.

No pueden decir que sepan con certeza que sus productos químicos no causan daño. Las afirmaciones que hacen en público no se basan en hechos reales. Tergiversan las palabras hábilmente y cuentan con la confianza de la gente crédula que visita sus páginas web y que cree que lo que dicen es siempre correcto desde el punto de vista científico y ético al cien por cien. Y muchas veces estos portales científicos mezclan la verdad con las mentiras, de modo que las personas corrientes no son capaces de distinguir las verdaderas falsedades.

Dicen que yo estoy alarmando al público con mi información, pero eso es bueno, yo quiero que la gente se preocupe, ya que estamos haciendo frente a una epidemia de toxicidad de unas proporciones desconocidas hasta ahora en todo el mundo.

Ahora, vamos al tema de esta entrada del blog:

¿La exposición al aluminio causa la enfermedad de Alzheimer?

Bueno, ¿y qué es el aluminio?

El aluminio es un metal natural presente en la corteza terrestre. En la actualidad lo encontramos a nuestro alrededor en formas que apenas podemos comprender. Básicamente está en todas partes. A la comunidad científica le gusta afirmar esto, que en realidad está en todas partes, pero olvida que hace cien años no estaba tan extendido como ahora. Siempre se encontraba en el suelo y una pequeña cantidad se hallaba en el aire, pero ahora también está presente en nuestra comida, en nuestros cosméticos, en nuestros medicamentos y en nuestras viviendas.

Muchas centrales eléctricas y otras instalaciones industriales sueltan montones de partículas de aluminio en el aire. Y cuando ya ingerimos una gran cantidad a través de lo que comemos, en el momento presente también encontramos aluminio añadido a numerosos artículos de uso diario. Aquí es donde radica el problema: en que no solo se encuentra de manera natural, sino que está siendo añadido deliberadamente a los cosméticos, a los alimentos y a los medicamentos. Algunas personas dicen que ahora el aire también contiene niveles muy altos de aluminio debido a la «GEOINGENIERÍA».

¡Y la mayoría de la gente sencillamente no tiene ni idea de todo esto!

Cuando una sustancia es tan abundante en el ambiente que nos rodea, lo natural es que este metal o sustancia química también esté presente en nuestro organismo. Mientras que por supuesto ciertos niveles son normales, los niveles elevados no siempre son inocuos para las personas, y muchos estudios están demostrando que esto es muy cierto. Como pronto descubrirán ustedes, se han analizado los cerebros de enfermos de alzhéimer ya fallecidos y en sus tejidos se han hallado niveles altos de aluminio.

Cuando somos conscientes de que se ha demostrado que el aluminio es una sustancia neurotóxica (y esto es algo que no niegan ni siquiera los científicos) y que se halla presente en tantos aspectos de nuestras vidas, entonces quizás podamos entender que llega un momento en que un nivel elevado de aluminio se convierte en un problema (para algunas personas) debido a que el cerebro no puede soportarlo. Es como beber alcohol poco a poco: es posible que no sintamos los efectos al principio, pero, cuanto más bebamos, más probable es que nos comportemos de forma extraña y que finalmente nos sintamos mal.

Es verdad que nuestro organismo puede desintoxicarse de forma natural hasta cierto punto, pero nosotros no somos como esos contenedores de basura sin fondo en los que se almacenan sustancias químicas. Llega un momento en que la contaminación resulta insoportable, y actualmente los organismos de muchas personas están luchando para hacer frente a las sustancias químicas presentes en sus cuerpos.

Echémosle un vistazo a lo que la revista Sense about Science dijo sobre la posibilidad de que el aluminio contribuya a causar la enfermedad de Alzheimer.

La Alzheimer’s Society [Asociación de afectados por el alzhéimer, o de lucha contra el alzhéimer] dice lo siguiente:

«No existen pruebas de que el aluminio cause la enfermedad de Alzheimer. El aluminio se encuentra en acumulaciones de proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, pero eso no significa que esta se deba a un exceso de aluminio en el cuerpo, y lo mismo se puede decir de otros metales».

Me encanta la forma en que hacen esta declaración tan tajante y «final» para despistar del todo a la gente. «Lo mismo puede decirse de otros metales». ¿En serio? Entonces, ¿han estudiado ustedes todos los otros metales y su relación con la enfermedad de Alzheimer? ¿Y han estudiado los efectos que otras sustancias químicas tienen cuando interactúan entre sí? ¿Y qué pasa con los miles de sustancias presentes en nuestro medio ambiente y, por lo tanto, en nuestros cuerpos?

Analicemos ahora lo que dice «el otro lado de la ciencia» sobre si el aluminio contribuye o no a la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

En el portal de la prestigiosa revista médica Pub Med podemos leer la reseña de un estudio realizado por el profesor Chris Exley (quien por cierto parece estar investigando a fondo los efectos del aluminio y otros metales y su relación con la aparición de la enfermedad de Alzheimer y otros problemas de salud, por lo que en mi opinión hay que prestarle atención; hagan clic en su nombre para leer otros trabajos suyos):

El aluminio es neurotóxico. Su ión libre, Al3+ (aq), es altamente reactivo desde el punto de vista biológico y tiene la capacidad de dañar la bioquímica fundamental de las neuronas. Este hecho inequívoco debe ser el punto de partida para estudiar el riesgo que representa el aluminio como sustancia neurotóxica en los seres humanos. El aluminio está presente en el cerebro humano y se acumula con la edad. La investigación más reciente demuestra que una porción significativa de las personas mayores de 70 años de edad tiene una acumulación potencialmente patológica de aluminio en alguna parte de su cerebro. ¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación crónica por aluminio en los seres humanos? ¿Y si las enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer fueran la manifestación del riesgo que representa el aluminio como sustancia neurotóxica? ¿Cómo podría probarse una hipótesis tan escandalosa?

El siguiente enlace conduce al estudio en cuestión:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24779346

Y también resulta muy interesante tener en cuenta que cuando escribimos las palabras clave «aluminio Alzheimer» en el buscador de Pub Med, nos salen 988 estudios. Por supuesto, no todos van a apoyar la hipótesis de que el aluminio pueda causar la enfermedad de Alzheimer, pero, si tienen ustedes tiempo, comprueben cuántos la apoyan en realidad. Parece que hay muchas personas interesadas (científicos) que ofrecen pruebas convincentes, ¿no es así? Y, por lo que he estado leyendo, en los últimos cien años muchos científicos se han interesado por el aluminio.

Ahora también vale la pena que me pregunte: ¿Soy yo la única persona en el mundo que dice que el aluminio podría ser la causa de la enfermedad de Alzheimer? ¡No, por supuesto que no! ¿Y no será que he leído libros y estudios sobre este tema, y que también he escuchado a médicos y científicos que hablan claro acerca de este problema de salud tan importante en el mundo de hoy? ¡Sí! ¿Soy un caballo solitario que va por ahí diciendo algo que nadie más sabe? Por supuesto que no. El número de los que se encuentran «en este lado» aumenta cada día. ¡Y todo gracias a la ciencia! ¡A los estudios médicos que han demostrado que ciertas cosas relacionadas con las sustancias químicas son verdad!

En un artículo publicado en la Townsend Letter for Doctors [La Carta de Townsend para médicos] (noviembre de 1993), el Dr. Michael A. Weiner, director ejecutivo del Alzheimer’s Research Institute [Instituto de Investigación del Alzhéimer], resumió nuestros conocimientos actuales sobre los riesgos de la exposición al aluminio cuando afirmó lo siguiente:

«Se sabe que el aluminio es una sustancia neurotóxica desde hace casi un siglo. La literatura científica sobre sus efectos tóxicos ha crecido hasta alcanzar el nivel de la masa crítica. No es necesario llegar a la conclusión de que el aluminio causa la enfermedad de Alzheimer para recomendar que se reduzca o que se elimine al ser un factor de riesgo potencial. Es el único elemento cuya acumulación se ha observado en los ovillos neurofibrilares característicos de la enfermedad y también lo encontramos en cantidades elevadas en cuatro regiones del cerebro de los enfermos de alzhéimer».

Hasta hace poco no ha habido muchos estudios definitivos que probaran esta relación, pero el mes pasado se publicó un estudio llevado a cabo por el profesor Exley de la Universidad de Keele (Reino Unido), que demostraba que se habían encontrado «de manera inequívoca» niveles elevados de aluminio en el cerebro de un enfermo de alzhéimer ya fallecido que había estado expuesto al aluminio en su puesto de trabajo. ( 1 )

Otra persona que fue objeto de este estudio, también una mujer británica que había muerto de la enfermedad de Alzheimer, tenía niveles elevados de aluminio en sus tejidos. Aproximadamente 16 años antes de su muerte, se había producido cerca de su casa un accidente industrial en el que 20 toneladas de sulfato de aluminio se vertieron en la red de abastecimiento de agua municipal. Así que es muy probable que la señora se bebiera literalmente la enfermedad hasta desarrollarla.

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En esta imagen es interesante observar que el cerebro con alzhéimer reduce mucho su tamaño y parece como si algo se lo hubiera estado comiendo. ¿Qué podría ser? Hum… ¿Tal vez algo que carcome los nervios y tejidos? ¿Y qué sustancia se sabe que es capaz de hacerlo? ¡El aluminio! El aluminio es una sustancia neurotóxica selectiva que ataca a los nervios.

Y según un relato que apareció en el artículo del Daily Mail titulado «Un experto relaciona la discapacidad con la exposición de la madre a la intoxicación masiva de 1988», el profesor Exley, (mencionado más arriba) ha investigado otros asuntos que tienen que ver con el gran derrame de sulfato de aluminio (si ustedes se preguntan por qué se añade al agua potable, es para que el agua tenga un aspecto más transparente) que sucedió en Camelford, North Cornwall, en 1988. En lugar de verter esta sustancia química en un tanque de almacenamiento, la echaron directamente a la red de abastecimiento de agua sin informar a los ciudadanos.

Muchos lugareños bebieron entonces esta agua altamente tóxica. Uno de ellos era Sarah Matta, que actualmente es madre de 7 hijos. Después de plantearse serias dudas sobre las causas de las graves enfermedades que afectaban a varios de sus hijos, Sarah se puso en contacto con el profesor Exley (que es uno de mayores expertos en química bioinorgánica del Reino Unido) y le contó lo que les había ocurrido a ella y a su familia.

Seis de sus siete hijos tienen discapacidades que a mí me resultan sospechosas al tratarse de problemas que pueden tener su origen en la toxicidad, como un posible caso de autismo, problemas de desarrollo, problemas del habla y ansiedad. A la propia Sarah le hicieron análisis de sangre y resultó que tenía niveles de aluminio 20 veces más altos de lo normal.

Al profesor Exley le inquieta bastante la posibilidad de que otras personas que también entraron en contacto con el suministro de agua envenenada pudieran haberse perjudicado a sí mismas e incluso a sus hijos a lo largo de la exposición. El profesor declaró al Daily Mail lo siguiente:

«El aluminio es tóxico. Los estudios realizados en animales han demostrado que si suministramos aluminio a las madres a través del agua, su descendencia manifestará problemas de desarrollo».

Me parece interesante que por un lado tengamos organismos científicos (con fuentes de financiación muy sospechosas) que hablan del aluminio como de «algo de lo que no hay que preocuparse» y que por otro lado un científico de gran prestigio que es un experto en su campo lleve muchos años estudiando esta sustancia química y haya descubierto numerosas conexiones alarmantes. ¡Y hay que tener en cuenta que él no gana nada diciendo que el aluminio es peligroso! Pero, como veremos más adelante, ¿no será que las compañías farmacéuticas y químicas tienen mucho más que perder?

Un director de cine también se interesó tanto por el aluminio y por cómo esta sustancia ha invadido nuestras vidas, que realizó la película The Age of Aluminum [La era del aluminio] (la película se puede ver al final de este artículo y les recomiendo que le echen un vistazo). El documental revela los desastres ambientales que han ocurrido en el Reino Unido, en Sudáfrica y en Hungría debido a la industria del aluminio, e incluye una entrevista realizada al famoso neurocientífico Christopher Shaw, también preocupado por los efectos que el aluminio tiene en la salud humana:

«Muchos investigadores están empezando a aceptar que el aluminio juega algún papel en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. El que lo haga en otras es todavía una cuestión abierta, pero el alzhéimer está en el punto de mira y está bastante claro que la carga corporal de aluminio procedente de todas las fuentes a las que están expuestos los seres humanos puede estar contribuyendo a la aparición de la enfermedad de Alzheimer».

Y el doctor Joseph Mercola afirmó, en un artículo titulado Primer caso práctico que muestra un vínculo directo entre el alzhéimer y la toxicidad por aluminio, que el aluminio se dirige directamente al cerebro:

«El aluminio representa para nuestro sistema nervioso central lo mismo que el humo del cigarrillo para nuestros pulmones. Los científicos tienen claro que los metales tóxicos dañan el tejido cerebral y conducen a la enfermedad degenerativa al producir estrés oxidativo, y el aluminio es uno de los principales culpables. Con las tasas de alzhéimer por las nubes, las múltiples vías actuales de exposición al aluminio son muy preocupantes. Al igual que ocurre con las partículas presentes en el medio ambiente, una vez que el aluminio se encuentra en nuestros tejidos a nuestro organismo le resulta difícil expulsarlo. Este metal tóxico no tiene absolutamente ninguna función biológica, así que cuanto menos lo ingiramos, mejor.

Una vez en nuestro cuerpo, se desplaza con facilidad, sin trabas, a cuestas de nuestro sistema de transporte del hierro, y atraviesa las barreras biológicas que normalmente otros tipos de sustancias tóxicas no pueden traspasar, como por ejemplo nuestra barrera hematoencefálica. Con el tiempo, el aluminio puede acumularse en el cerebro y causar graves daños a nuestra salud neurológica, independientemente de la edad que tengamos. La toxicidad por aluminio puede estar haciendo el mismo daño tanto a nuestros hijos como a nuestros ancianos».

Podría seguir escribiendo todavía más acerca de este tema. Podría añadir los enlaces a los estudios que demuestran lo dicho. Llevo casi una hora escribiendo y no tengo más tiempo, pero podría añadirlos fácilmente. Lo único que les pido a ustedes es que investiguen por sí mismos, que busquen estudios no financiados ni por los gobiernos, ni por las compañías farmacéuticas o químicas. Ahí es donde está la verdad. En mi libro he escrito bastante más acerca de este tema.

Muchas organizaciones que luchan contra el alzhéimer con frecuencia reciben dinero de las compañías farmacéuticas que fabrican los medicamentos para el tratamiento de esta horrible enfermedad. Y muchas de estas compañías farmacéuticas también añaden aluminio a sus propios medicamentos.

La gente como yo simplemente trata de enseñar a los demás cómo hacer que disminuya su exposición al aluminio, y cómo desintoxicar su cuerpo con agentes quelantes de metales de eficacia probada. Si los ciudadanos empezasen a hacer esto a gran escala, entonces tal vez habría que considerar la posibilidad de que la industria del tratamiento del alzhéimer pudiera venirse abajo. ¿Será por eso por lo que la industria científica oficial niega todo lo que hemos visto? Aunque algunos dicen que la acumulación de aluminio no es la única causa de esta enfermedad del cerebro, es con bastante probabilidad un factor muy importante.

Otro campo en el que también encontramos grandes cantidades de aluminio es el de la industria de las vacunas, en las que se usa como coadyuvante. Si le echamos un vistazo a la tabla de abajo y vemos la cantidad de dinero que se asocia a las vacunas, comprenderemos rápidamente que la compra de aluminio nada más que para estos medicamentos es en realidad bastante difícil de explicar, y, por lo tanto, si alguien amenaza a esta industria al plantear dudas sobre su seguridad, va a haber gente que se lance a la batalla para que todo se mantenga como hasta ahora.

Chart

Chart 2

Y la enfermedad de Alzheimer no es el único problema neurológico que el aluminio puede causar: ahora también se le vincula con la aparición del autismo, entre otros. Christina England, periodista de investigación para Vactruth [La verdad sobre las vacunas], escribe lo siguiente:

«Un estudio reciente realizado por dos científicos canadienses, el profesor Christopher Shaw y la doctora Lucija Tomljenovic, demostró que cuantas más vacunas con el coadyuvante de aluminio se inyecten a los niños, mayor será la probabilidad de que en el futuro desarrollen autismo, enfermedades autoinmunes y problemas neurológicos.

El artículo, publicado en 2013 por Springer Science+Business Media y titulado Aluminum in the Central Nervous System: Toxicity in Humans and Animals, Vaccine Adjuvants, and Autoimmunity [El aluminio en el Sistema Nervioso Central: su toxicidad en los seres humanos y en los animales, su utilización como coadyuvante en las vacunas y su relación con la autoinmunidad] desveló que en un período de 17 años las tasas de autismo habían aumentado significativamente en los países en que la mayoría de las vacunas contenían aluminio como coadyuvante. [2]

Y la reseña de otro estudio titulado Aluminum Vaccine Adjuvants: Are They Safe? [Los coadyuvantes de aluminio en las vacunas: ¿Son seguros?], también llevado a cabo por los científicos canadienses Christopher Shaw y Lucija Tomljenovic, dice lo siguiente:

Está demostrado experimentalmente que el aluminio es una sustancia neurotóxica, y aun así es el coadyuvante más utilizado en las vacunas. Aunque el uso generalizado de los coadyuvantes de aluminio tiene ya casi 90 años, la explicación que da la ciencia médica sobre su mecanismo de acción es aún muy pobre. También hay una relativa escasez de datos sobre la toxicología y la farmacocinética de estos compuestos. A pesar de ello, la idea de que el aluminio en las vacunas no entraña riesgos parece tener una gran aceptación. La investigación experimental, sin embargo, muestra claramente que los coadyuvantes de aluminio tienen la capacidad de inducir trastornos inmunológicos graves en los seres humanos. En particular, el aluminio en forma de coadyuvante conlleva un riesgo para la autoinmunidad, la inflamación del cerebro a largo plazo y complicaciones neurológicas asociadas, y por lo tanto puede tener consecuencias adversas para la salud, severas y generalizadas».

Así que al parecer la exposición al aluminio y los daños que origina pueden proceder de vías muy distintas, y esto es algo que hay que tomarse muy en serio. Y puede resultar inquietante si examinamos detenidamente otros medicamentos tales como los antiácidos, consumidos por millones de personas en todo el mundo para combatir la indigestión. El prospecto de Talcid, medicamento fabricado por Bayer y que contiene un derivado del aluminio, dice claramente lo siguiente:

«El consumo de dosis altas a largo plazo puede provocar la aparición de depósitos de aluminio en el tejido óseo y nervioso que pueden producir daño cerebral (demencia) y anemia. En caso de insuficiencia renal y de consumo a largo plazo de Talcid, es necesario el control regular de los niveles de aluminio del paciente».

Vaya, información de primera mano. ¡La compañía farmacéutica está indicando claramente que el aluminio puede causar demencia! Pues sí, ahora sabemos que lo saben.

¿Verdad que todo esto es un poco siniestro? Que estas webs «científicas» intenten desacreditarme a mí (que no recibo fondos de ningún anunciante) cuando ni siquiera saben de lo que están hablando. Me pregunto si habrán leído el prospecto de los antiácidos y otros medicamentos que contienen derivados del aluminio.

Y si alguien insiste en que no está demostrado que las vacunas puedan causar autismo y acusa al doctor Wakefield de ser un farsante, entonces ¿por qué estos 28 estudios publicados en revistas médicas prestigiosas muestran los mismos resultados que su estudio? Sense About Science es una de las organizaciones que niegan la existencia de tal vínculo. Pues bien, aquí tienen ustedes las pruebas de que es cierto.

He aquí una lista de 28 estudios de todo el mundo que apoyan la investigación del Dr. Wakefield:

  1. The Journal of Pediatrics November 1999; 135(5):559-63
  2. The Journal of Pediatrics 2000; 138(3): 366-372
  3. Journal of Clinical Immunology November 2003; 23(6): 504-517
  4. Journal of Neuroimmunology 2005
  5. Brain, Behavior and Immunity 1993; 7: 97-103
  6. Pediatric Neurology 2003; 28(4): 1-3
  7. Neuropsychobiology 2005; 51:77-85
  8. The Journal of Pediatrics May 2005;146(5):605-10
  9. Autism Insights 2009; 1: 1-11
  10. Canadian Journal of Gastroenterology February 2009; 23(2): 95-98
  11. Annals of Clinical Psychiatry 2009:21(3): 148-161
  12. Journal of Child Neurology June 29, 2009; 000:1-6
  13. Journal of Autism and Developmental Disorders March 2009;39(3):405-13
  14. Medical Hypotheses August 1998;51:133-144.
  15. Journal of Child Neurology July 2000; ;15(7):429-35
  16. Lancet. 1972;2:883–884.
  17. Journal of Autism and Childhood Schizophrenia January-March 1971;1:48-62
  18. Journal of Pediatrics March 2001;138:366-372.
  19. Molecular Psychiatry 2002;7:375-382.
  20. American Journal of Gastroenterolgy April 2004;598-605
  21. Journal of Clinical Immunology November 2003;23:504-517.
  22. Neuroimmunology April 2006;173(1-2):126-34.
  23. Prog. Neuropsychopharmacol Biol. Psychiatry December 30 2006;30:1472-1477
  24. Clinical Infectious Diseases September 1 2002;35(Suppl 1):S6-S16
  25. Applied and Environmental Microbiology, 2004;70(11):6459-6465
  26. Journal of Medical Microbiology October 2005;54:987-991
  27. Archivos venezolanos de puericultura y pediatría 2006; Vol 69 (1): 19-25.
  28. Gastroenterology. 2005:128 (Suppl 2);Abstract-303

La redacción de esta parte del artículo me ha divertido mucho. Aquellos que estén interesados en Sense About Science deben saber que esta organización dice ser benéfica y que depende prácticamente de la financiación exterior. ¿Y de dónde proviene al parecer la mayor parte de su financiación? Pues de las compañías farmacéuticas y químicas. Y reconozco que en este punto estoy siendo algo vaga, dado que el siguiente párrafo lo he copiado y pegado de la Wikipedia y los datos están algo anticuados, pero creo que lo que he encontrado es suficiente para demostrar que lo que digo es cierto.

«La financiación de la fundación ha ido en aumento. Una parte proviene de organizaciones industriales dedicadas a la controversia científica, los ensayos clínicos y la investigación (organizaciones que reciben apoyo de Sense about Science, como los cultivos transgénicos), así como de las principales editoriales. Por ejemplo, en el año fiscal que terminó el 5 de abril de 2008, la fundación recibió 145.902 libras en donaciones. Las donaciones procedentes de empresas que fueron publicadas sumaron 88.000 libras, 35.000 de las cuales fueron donadas por la empresa farmacéutica Astra Zeneca. Otras compañías farmacéuticas como Pfizer realizaron donaciones anteriormente. Esta dependencia ha ido disminuyendo, dado que en el año fiscal que finalizó en abril de 2010, la fundación recibió 183.971 libras en donaciones, de las cuales solo 17.500 libras procedían de la industria farmacéutica (Unilever y GE Healthcare). En 2011 la cantidad siguió disminuyendo hasta llegar a menos del 6% de la financiación procedente de la industria (la fundación recibió 268.184 libras en donaciones, de las cuales solo 15.000 procedían de la industria), y el resto fue donado por organismos científicos y particulares.

Acabo de encontrar el enlace directo a la financiación de Sense about Science; por favor, repasen la enorme lista… «

(Fin de la cita)

Fuente: http://www.thelibertybeacon.com/2014/07/02/making-sense-of-science-aluminum/

G) ¿EN QUIÉN PODEMOS CONFIAR?

¿En las corporaciones y los científicos irresponsables que obtienen beneficios a costa de nuestra salud y el medio ambiente? ¿Quién no ha oído hablar de ese anuncio histórico que decía «el DDT es bueno para mí»? El enlace conduce a un artículo de la doctora Lisa Wade; fíjense en los desinformadores (también conocidos como trolls) que defendían el DDT con comentarios injuriosos, y también en el hecho de que el vídeo del artículo fue «eliminado» de Youtube. Todo esto son clásicas tácticas de desinformación, que resultan evidentes una vez que aprendemos a identificar su estrategia y su formato (que parece fabricado en serie o cortado por el mismo patrón). Hay «foreros» que son contratados por empresas de relaciones públicas al servicio de especuladores para que se infiltren en las redes sociales y acosen, eliminen o desacrediten la información con el fin de influir en la opinión pública.

La verdad sobre el DDT, la manipulación a través de la publicidad y su aceptación por parte del público, la fumigación masiva por medio de aviones y su posterior prohibición se describen en el siguiente video:

A pesar de lo que los empresarios especuladores quisieran hacernos creer, ¿por qué habríamos de confiar en ellos cuando han tratado de manipularnos continuamente a través de la publicidad engañosa? ¿Por qué tendríamos que pensar que el aluminio que actualmente están introduciendo en las vacunas y también en nuestra atmósfera a través de los proyectos de investigación de geoingeniería (la fumigación aérea masiva de nanopartículas de aluminio, bario, estroncio y ácido sulfúrico) no tiene nada que ver con lo anterior? Sigamos atando cabos hasta que todo el mundo pueda ver el patrón con claridad. Confiemos en nuestros propios ojos.

El vínculo entre el aluminio y la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer: La integración del aluminio y la hipótesis de la cascada amiloide:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3056430/

La Alzheimer’s Association tiene vínculos con la biotecnología, las vacunas, Gates, Monsanto, etc., y, como sabemos, Gates está financiando simultáneamente la investigación en geoingeniería. Si nos fijamos bien, el conflicto de intereses queda patente:

http://www.biotech-now.org/health/2014/06/alzheimers-association-offers-part-the-cloud-translational-research-grant-program#

Si le seguimos la pista al dinero, llegaremos a donde está la verdad. Gates juega al bridge a favor de la investigación sobre el alzhéimer (6/2014), y además tiene un gran interés por la investigación en geoingeniería, también conocida como NANOPARTÍCULAS DE ALUMINIO (y de azufre, bario y estroncio) FUMIGADAS EN LA ATMÓSFERA POR MEDIO DE AVIONES. Teniendo en cuenta que la investigación científica ha llegado a la conclusión de que el aluminio está relacionado con la enfermedad de Alzheimer, ¿no estaremos ante un «conflicto de intereses» y tal vez por eso la Alzheimer’s Association niega de repente que exista una conexión con el aluminio?

Fuente: http://www.businesswire.com/news/home/20140606005865/en/Bridge-Players-Nationwide-Unite-Raise-Money-Alzheimer%E2%80%99s#.VEgvrleCCnU

La conexión de la BIOTECNOLOGÍA con la investigación del alzhéimer:

http://dhmri.org/assets/NCRCSolutionstoGlobalChallenges.pdf

Líderes internacionales en el campo de la ciencia:

National Science Foundation

National Institutes of Health

American Cancer Society

Bill & Melinda Gates Foundation [ GATES FINANCIA LA GEOINGENIERÍA (y LA INVESTIGACIÓN DEL ALZHÉIMER) http://news.sciencemag.org/2010/01/bill-gates-funding-geoengineering-research ]

United States Agency for International Development (USAID)

Alzheimer’s Association

Lista completa: https://lsn.osu.edu/funding

Los conflictos de intereses en la investigación, la educación y la práctica médicas. Los conflictos de intereses institucionales: un problema constante.
http://www.academyhealth.org/files/ethics/report.pdf

La confusión intencionada fomentada por las instituciones mayoritarias (que obedecen a sus patrocinadores y que promueven los planes secretos de los poderosos) y los conflictos de intereses que se dan tanto en la investigación médica como en todas las facetas de nuestro mundo, resultan evidentes si nos atrevemos a prestar atención y a pensar desde una perspectiva diferente.

~Rebel Siren – Exposing Corruption and Crimes Against Humanity

H) REFERENCIAS ADICIONALES

Para obtener más información acerca del hidróxido de aluminio presente en las vacunas:

El coadyuvante de hidróxido de aluminio en las vacunas: ¿Es seguro?

Dr. Shaw holds a Bachelor of Science degree in Biology, a Master of Science degree in Medical Physiology, and a PhD in Neurobiology - click photo to go to his biography.

El Dr. Shaw es licenciado en Biología, máster en Fisiología Médica y doctor en Neurobiología (haciendo clic aquí se accede a su biografía).

En el siguiente vídeo, el Dr. Christopher Shaw aborda los efectos tóxicos del aluminio en las vacunas y el grave aumento de los trastornos neurológicos tales como el autismo, el alzhéimer, la esclerosis lateral amiotrófica, etc. Su investigación exhaustiva llega a la conclusión de que el aluminio, que está presente en la mayoría de nuestras vacunas, (así como en nuestra atmósfera a través de la geoingeniería) , es el principal culpable de la aparición de síntomas de esclerosis lateral amiotrófica y de la enfermedad de Alzheimer en los ratones de laboratorio.

Perfil profesional del Dr. Shaw (educación, experiencia y cualificación):

http://www.neuraldynamicsubc.ca/profiles/shaw.html

Más información sobre la toxicidad del aluminio:

http://www.med.nyu.edu/patientcare/library/article.html?ChunkIID=164929

Krisha McCoy tiene un Máster en Ciencias en Nutrición de la Escuela Friedman de Ciencias de la Nutrición y Política de la Universidad de Tufts. Completó su licenciatura en Ciencias Nutricionales en la Universidad de Texas (Austin).

Krisha ha trabajado como investigadora en el campo de la nutrición y es una escritora consumada de artículos relativos a la salud y la medicina que han sido publicados en medios impresos y digitales como Tufts Health & Nutrition Letter, HealthDay News, y Livestrong.com, y es miembro de la American Medical Writer’s Association.

Aluminum toxicity (aluminum poisoning) [Toxicidad por Aluminio (Envenenamiento por Aluminio)], por Krisha McCoy, MSc.

«La toxicidad por aluminio se da cuando una persona respira aire que contiene niveles elevados de aluminio o bien cuando almacena altos niveles de aluminio en su organismo; cuando come alimentos que contienen altos niveles de aluminio; cuando respira el polvo de aluminio presente en el aire de su lugar de trabajo (Y TAMBIÉN LAS NANOPARTÍCULAS DE ALUMINIO PRESENTES EN LA ATMÓSFERA DE NUESTRO PLANETA, PROCEDENTES DE LAS FUMIGACIONES AÉREAS REALIZADAS POR MEDIO DE AVIONES); cuando vive en un ambientes lleno de polvo; cuando vive cerca de una mina de la que se extrae aluminio o cerca de una fábrica que lo utiliza; cuando vive cerca de ciertos vertederos peligrosos; cuando vive en un lugar en el que el nivel de aluminio es naturalmente alto, y cuando le inyectan vacunas que contienen aluminio».

¿La toxicidad de las nanopartículas de aluminio presentes en la atmósfera de nuestro planeta puede provocar también ataques al corazón?

Las nanopartículas de óxido de aluminio pueden causar la enfermedad coronaria, además de ser un factor que contribuye a la aparición de la demencia o del alzhéimer.

«La nanotecnología es una industria en rápido crecimiento que ha suscitado una gran preocupación debido a la falta de datos disponibles sobre su toxicidad. La exposición a partículas ultraminúsculas puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades vasculares debido a la disfunción del endotelio vascular».

Fuente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18456438

La geoingeniería es un gran negocio

NOVIM – Climate Engineering (la short wave climate engineering research [SWCE] o investigación en el campo de la ingeniería climática por onda corta, que incluye experimentos de campo a partir de 2009). Fijémonos en la fotografía que aparece en su página web con el título «comtrails» (con una «m») y en cómo las rayas coinciden con lo que vemos a menudo en nuestro cielo:
http://www.novim.org/projects/climate-engineering

Este enlace conduce a la Integrated Assessment of Geoengineering Proposals UK, asociada con el departamento de nanotecnología de la UCSB (University of California Santa Barbara) y con Novim Climate Engineering Research.

NOAA – Un análisis bibliométrico de la investigación en ingeniería climática:

http://www.arl.noaa.gov/documents/JournalPDFs/Belter_Seidel.WIREsClimateChange2013.wcc229.pdf

Council On Foreign Relations [Consejo de Relaciones Exteriores] – Workshop On Unilateral Planetary Scale Geoengineering 2008 http://www.cfr.org/projects/world/geoengineering-workshop-on-unilateral-planetary-scale-geoengineering/pr1364

Sesión informativa: http://www.cfr.org/content/thinktank/GeoEng_041209.pdf

NASA – Conferencia de Von Karman con Riley Duren, Director e ingeniero jefe de sistemas del Earth Science Directorate en el Jet Propulsion Laboratory [laboratorio de propulsión a chorro] de la NASA. Se trata de un análisis en profundidad de los riesgos de la geoingeniería:

Para obtener más información sobre los peligros de la geoingeniería y para pasar a la acción:

Geoengineering Watch

Global Skywatch

Agriculture Defense Coalition

Geo-Engineering | Thrive

Aluminum Oxide Particles – Chemtrails Spraying in California

UK SKY WATCH ~ BAN CLIMATE ENGINEERING!

Chemtrails Project UK – Campaign to Ban Chemtrails and Geoengineering

Artículo traducido por Conrad R.

Nota: Este enlace conduce a una lista de artículos que versan sobre las fumigaciones clandestinas, la geoingeniería, la bioingeniería y sus efectos en los seres vivos.