El control de la población

Agradecemos a la investigadora Sofia Smallstorm que haya tenido la amabilidad de autorizarnos a traducir en este blog los artículos que ha publicado en el sitio http://www.aboutthesky.com

La sexta entrega corresponde al artículo original en inglés que puede leerse en este enlace: http://aboutthesky.com/population-control

EL CONTROL DE LA POBLACIÓN

Las mujeres nacen con 400.000 óvulos en sus ovarios y solo se desprenden de unos 400 a lo largo de su vida. Millones de espermatozoides compiten para fecundar un simple ovulo en el viaje de sus vidas. Cuando esas cantidades se juntan para dar forma a un ser humano, y a ese ser humano lo multiplicamos por más de seis mil millones, obtenemos la población del planeta. A principios de los años cincuenta, según el agente del servicio de información de la Marina William Cooper, los miembros del club Bilderberg (uno de los niveles en que se organizan los que tienen las riendas de la política mundial) se dieron cuenta de que nunca podrían controlar a miles de millones de personas. Así que se crearon guerras en aquellos continentes que representaban una amenaza por su superpoblación (Sudamérica y África, por ejemplo) como una manera de limitar el acervo génico (la lectura del libro Behold a Pale HorseMirad a la muerte-, de William Cooper, es muy recomendable).

La educación constituye una buena manera de controlar la natalidad. Las estadísticas muestran que las mujeres retrasan la maternidad si tienen estudios, pero si las mujeres y los hombres pobres tienen acceso a la educación, es seguro que comprenderán lo que la élite global, su FMI y su Banco Mundial están haciendo con sus recursos naturales y con su futuro. (El libro Confessions of an Economic Hit ManConfesiones de un sicario económico-, de John Perkins, también es recomendable). Es mejor diseñar revoluciones en los países del Tercer Mundo ricos en recursos naturales con el fin de mantener a sus habitantes ocupados y moribundos; es mejor invitarlos a poner orden en su caótica situación por medio de préstamos con altas tasas de interés para construir puentes y presas que los endeudarán para siempre. Si la economía y la guerra «controlan» la población de las zonas más pobres del mundo… ¿qué ocurre en los países desarrollados?

A) EL CONTROL MENTAL Y DEL ESTADO DE ÁNIMO

En el mundo occidental, el control de la población fue iniciado en un principio como una «guerra mental», una guerra doméstica contra la cultura y la sociedad. Así empezó el «embrutecimiento» del trabajador americano por medio de herramientas como el mundo del espectáculo, los deportes y los medios de comunicación. Se añadieron las vacunas, los edulcorantes artificiales y el fluoruro en el agua, y el programa de fumigaciones está rematando el proyecto.

La palabra «control» no hace referencia necesariamente a los números. Puede referirse a la manera en que pensamos y sentimos, al lugar en que vivimos, a nuestra salud, a la creación de enfermedades, a si nos reproducimos o no, y a cómo nos reproducimos. «Control» se refiere a la creación de una matriz en la que las variables no se dejan al azar o al capricho de la naturaleza. Según el diccionario, una matriz es algo en cuyo interior otra cosa se origina o se desarrolla.

Las ondas de frecuencia extremadamente baja

El cerebro humano utiliza, registra y responde a ondas de frecuencia extremadamente baja (extra low frequencies o ELFs). Las frecuencias de 7.8 hercios provocan un estado modificado «subido». Las de 10.8 hercios generan disturbios en las calles, las de 6.6 hercios causan depresión. Como ahora la atmósfera es un medio conductor debido a los metales ionizados que contiene, las frecuencias se transmiten entre nosotros, por así decirlo. Imaginemos que la ionosfera es una especie de trampolín: la máquina emisora de frecuencias conocida como HAARP lanza frecuencias hacia arriba, que son devueltas o desviadas a tierra por la ionosfera. El aire conductor que nos rodea da cabida a esas frecuencias, y se dice que el nuevo sistema de torres GWEN (Ground Wave Emergency Network o red de emergencia de ondas de tierra), que aparentemente tiene como fin mejorar la comunicación en situaciones de emergencia, lo que hace es recibir y difundir aquellas frecuencias a nivel del suelo. También se dice que el sistema de televisión de alta definición subvencionado por el gobierno de EE.UU. (y los televisores instalados dentro de los domicilios) dirigirán las frecuencias de control de la mente y del estado de ánimo con mayor precisión (en el portal http://www.haarp.net/mindcontrol.htm hay más información sobre las frecuencias).

La estrella de la música Prince planteó el tema de los chemtrails en el Travis Smiley Show en abril de 2009: «Cuando era un crío solía ver esas estelas en el cielo, y pensaba ‘qué chulo, un avión de reacción acaba de pasar’. Y entonces empezaba a ver un manojo de estelas, y a continuación  todos los vecinos se ponían a discutir y se peleaban, y en verdad yo no sabía por qué. Todo el mundo se peleaba.» ¿Quería decir el cantante con esto que el comportamiento de las personas cambiaba tras el paso de los aviones? (La entrevista se puede ver aquí).

Muchas personas hablan de la «enfermedad de los chemtrails« que padecen tras una fuerte fumigación, y cuyos efectos desfavorables se traducen en dolencias respiratorias, alergias, resfriados, gripes, dolores de cabeza y cambios en el estado de ánimo. La palabra «estrés» es relativamente nueva en nuestra cultura… Sin duda, hace cien años o más la gente tenía unas condiciones de vida mucho más duras, pero no estaba «estresada». La inquietud de baja intensidad que sentimos en nuestra sociedad no se debe simplemente a que nos estemos olvidando de respirar profundamente. Podría ser un estado inducido, que a su vez es el punto de partida de lo que pensamos y hacemos.

La química de nuestro cuerpo

Además, somos ratas de laboratorio cuya bioquímica está siendo modificada. Al encontrarnos en una atmosfera que actualmente es conductora, todos estamos recibiendo su «corriente». Las fumigaciones, con las que experimentaron durante al menos dos décadas y que nos han sido impuestas de una manera constante desde 1998, han saturado nuestro aire con polímeros, partículas metálicas y elementos biológicos (como células sanguíneas y hongos) que se están infiltrando en nuestros cuerpos, así como en el suelo, en las plantas y en los animales con los que coexistimos. Nos están apartando de la verdadera naturaleza a un ritmo constante para llevarnos a una matriz artificial en la que todas nuestras funciones pueden ser observadas y dirigidas. Nos queramos dar cuenta o no, está ocurriendo. Por citar a Clifford Carnicom (http://www.carnicominstitute.org), «la saturación es completa. Ahora es una cuestión de mantenimiento y de concentración».

Las fumigaciones forman parte de un sistema integrado de armas atmosféricas. Aunque a primera vista parece que el programa tiene como objetivo la modificación (desastrosa) del tiempo atmosférico (que no ha sido admitida oficialmente), los aerosoles también contienen elementos biológicos artificiales o parásitos utilizados como armas. Según las personas que han llevado a cabo la investigación, prácticamente todos estamos afectados. Quizás sería más apropiado decir que estamos «sembrados» (consúltese el artículo sobre la enfermedad de Morgellons). La mezcla de parásitos artificiales, patógenos, metales pesados tóxicos y mini-robots esta diseñada para ensamblarse en nuestro interior con el fin de crear un terreno del que se pueda extraer información. ¿Alguien quiere un microchip? De nada sirve el alboroto provocado por las futuras tarjetas de identificación por radiofrecuencia (RFID). Estamos conectados. Ya está hecho.

B) EL PASILLO TRANSHUMANO

El prefijo «trans-» significa ‘paso al lado opuesto’. La tecnología actual está mejorando fervientemente todos los aspectos de nuestra vida a costa de nuestra salud, que se ve afectada por las radiaciones y por las sustancias tóxicas. ¿Cuál es el objetivo último? Las palabras «transhumanismo» y «posthumanismo» pueden ser la respuesta… Otras expresiones que hay que tener en cuenta son las siguientes: interfaces cerebro-máquina o BMI, bio-inteligencia, biometría, tecnología social, eugenesia. El vídeo de Aaron Franz que podemos ver más abajo podría interpretarse como una visita guiada por el futuro.

Estamos en una «era de transición», avanzando por el pasillo transhumano hasta convertirnos en trabajadores electrónicos satisfechos, una especie programada para llevar a cabo tareas específicas y para no dudar, no ejercer su voluntad, no insistir más allá de los parámetros establecidos  por quienes nos han diseñado.

La eugenesia es la ciencia que estudia cómo mejorar las cualidades (hereditarias) de una raza o variedad. Lo que persigue es la selección, la eliminación y el control de la especie, e incluye lo que conocemos como «control de la población», que no consiste únicamente en limitar el número de individuos, sino que además pretende «mejorar» a los seres humanos convirtiéndolos en hombres-máquina y unificándolos con la tecnología. Nuestros cerebros estarán conectados a la tecnología. Tendremos menos alma, menos iniciativa, menos creatividad, menos voluntad libre… Ya no necesitaremos reproducirnos y el deseo de reproducirnos no nos molestará más… Seremos previsibles en lugar de ser imprevisibles, y nos implantarán información sensorial sintética. Las nuevas generaciones serán eugenesistas de nacimiento, y comprenderán que algunos se tendrán que ir y a otros se les permitirá quedarse. Es un viaje a nuestro propio genocidio, y unos pocos decidirán por el bien de la mayoría.

Que cada uno saque sus propias conclusiones después de ver el documental The Age of Transitions (La era de la transición), de Aaron Franz. El portal www.transalchemy.com contiene más información.

Nota: El documental The Age of Transitions se puede ver en el sitio web de Aaron Franz.

C) SIGAMOS DICIENDO QUE ES AZUL…

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El letrero de una calle en el sur de California. La foto se hizo mirando hacia el este por la tarde un día sin fumigaciones, cuando el sol ya estaba en el oeste. Cuando el sol no brilla a través de un velo de partículas reflectantes, el cielo es de color azul. Pero donde está el sol, el cielo es mucho más blanco. Sin embargo, seguiremos llamando cariñosamente «Paseo del Cielo Azul» a nuestras calles, incluso ahora que raramente vemos el verdadero azul que antaño solíamos apreciar a nuestro alrededor.

La mente cree lo que el ojo ni siquiera ve

¿Qué pasará cuando nuestros ojos y nuestro cerebro ya no nos pertenezcan, sino que estén auxiliados por la tecnología? La supertecnologia conectada a nuestros sentidos mejorará y aumentará la captación de información, pero… ¿cómo afectará a nuestro yo más intimo? ¿Modificará nuestra percepción y creará para nosotros la captación de información? Presentadas como algo que mejorará nuestras vidas, la biotecnología, la nanotecnología y la robótica son consideradas como las asombrosas superautopistas del futuro. Sin embargo, ¿cómo afectaran a nuestra experiencia personal? Veamos el siguiente corto y pensemos cuál será el destino de nuestra intuición (nuestro corazón, nuestros sentimientos íntimos y personales) una vez que, conectados a la información, nos hayamos convertido en eso. ¿Alguien quiere ser un «tecno-friki»?

Artículo traducido por Conrad R.