Nuestros árboles moribundos y muertos

Traducimos a continuación al español un artículo de Rosalind Peterson cuya versión original en inglés, publicada el 22 de julio de 2007, se puede leer en las siguientes páginas:

http://newswithviews.com/Peterson/rosalind4.htm

Haz clic para acceder a 37_1_2007_NWV_Our_Dead_Dying_Trees_July_22_2007_Article_by_Rosalind.pdf

NUESTROS ÁRBOLES MORIBUNDOS Y MUERTOS

Muchos árboles han muerto o se están muriendo en gran parte del territorio de los Estados Unidos y de Alaska. ¿Cuál es la causa de que en comunidades enteras de árboles y plantas se dé esta reacción tan generalizada de decadencia y mortandad?

Ya sea en las zonas boscosas, en los parques públicos, a lo largo de los ríos y arroyos, en las zonas húmedas, en los campos de golf o en las fincas privadas, nuestros árboles dan muestras de tener graves problemas de salud o bien se mueren en cifras récord. En algunas regiones la mayoría de los árboles ha muerto, lo que pone en peligro cuencas enteras.

Allan Buckman, técnico en biología de la fauna silvestre del Departamento de Caza y Pesca de California, en la región de la Costa Central, lleva varios años observando cambios en la vegetación y en el clima de amplias zonas de los condados de Napa, Sonoma, Mendocino y Lake, en California, cambios que no son normales en esta región. Como biólogo de la fauna silvestre, recientemente jubilado de su puesto en los condados de Sonoma y Lake, el señor Buckman llevó a cabo la revisión sobre el terreno de proyectos, adquisiciones de tierras y censos de animales en buena parte del territorio de estos condados, y tiene una experiencia práctica de más de 35 años aquí y en la zona del Norte de la Bahía de California.

El señor Buckman ha señalado lo siguiente: «En el pasado he visto una mortandad localizada de comunidades vegetales que se debía a una gran variedad de causas, y suele haber una tendencia hacia uno o varios problemas a la vez, que varía de un año a otro. Pero nunca he visto el estado actual de decadencia generalizada en casi todas las especies, de todos los ámbitos, debido a una amplia variedad de insectos, hongos, mohos, bacterias y virus. He visto zonas en las que todos los árboles y arbustos de una cuenca hidrográfica presentaban algún problema de salud».

El señor Buckman tomó muestras de la vegetación de una de estas zonas en el condado de Lake: muestras de Adenostoma fasciculatum (chamizo), Ceanothus (buckbrush), Cercis occidentalis (red bud), laurel, sauce amarillo, sauce negro, saúco, Quercus durata (roble de cuero), Quercus kelloggii (roble negro de California), Quercus douglasii (roble azul de California), Quercus wislizeni (interior live oak), nogal, Eriodictyon californicum (yerba santa), Arctostaphylos (manzanita) y Heteromeles (toyon). El señor Buckman «encontró áreas similares en el condado de Sonoma en las que había robles de hoja perenne, robles de los valles, Ceanothus, chamizo, perales, manzanos, ciruelos, rosales y varias especies ornamentales. La “cuestión principal, que es simplemente por qué todas las plantas están infectadas, y qué es lo que ha desencadenado una reacción tan generalizada en toda una serie de comunidades vegetales«, sigue sin tener respuesta.

Los árboles y arbustos del condado de Mendocino también presentan los mismos síntomas de decadencia que los de los condados de Lake y de Sonoma, en el estado de California. Estos síntomas están documentados desde el año 2002, tanto en fotografías como en vídeos que muestran los enormes cambios que han tenido lugar en el norte de California. Hay zonas de la ciudad de Redding, California, en las que el abeto de Douglas y el roble presentan síntomas de decadencia (que nada tienen que ver con el síndrome de muerte súbita del roble). Estos efectos son cada vez más rápidos y se pueden observar en la cantidad de árboles que muestran síntomas, en los árboles muertos y en los numerosos árboles que se han venido abajo en circunstancias extrañas (el amontonamiento y el derrumbamiento inusuales de las ramas y los árboles son cada vez más comunes).

En regiones extensas numerosas secuoyas de California o bien se están muriendo o bien muestran síntomas de estrés severo. Greg Giusti, asesor forestal de la Universidad de California para el condado de Mendocino, señaló lo siguiente en un artículo publicado el 8 de mayo de 2002 en el Ukiah Daily Journal: «En la ciudad también hay muchas secuoyas que presentan síntomas de una enfermedad generalizada». ¿Por qué? La pregunta sigue sin tener respuesta.

Las cifras de árboles que están siendo talados a lo largo y ancho de los Estados Unidos están batiendo todos los récords sin que nadie haga un estudio que determine por qué estos árboles se mueren y cuál es la causa de este problema. Los incendios son más fuertes y devastadores desde finales de los años ochenta, y desde luego la muerte de los árboles está agravando la situación.

El señor Buckman señaló lo siguiente: «Creo que nos esperan grandes cambios, y que todo esto está ocurriendo muy deprisa. Pienso que la situación es muy grave, y que tenemos que actuar con rapidez para documentar los hechos y tomar acciones correctivas».

La muerte súbita del roble, a la que ahora se señala como responsable de muchos de los problemas de los árboles, o es muy escasa o no se da nunca en algunos condados, y el diagnóstico de muerte súbita no explica el deterioro generalizado de la salud de los robles en los condados donde no existe este síndrome, ni explica la reacción generalizada de decadencia y mortandad de los árboles de todo el territorio de los Estados Unidos.

En un artículo de Mark Hedges publicado en el Ukiah Daily Journal, titulado «Fir Trees Under Attack» (“Los abetos agredidos”), se enumeran algunos de los síntomas que presentan los árboles. En la entrevista que le hizo a Jack Marshall, patólogo forestal del Departamento de Ingeniería Forestal de California, este señaló «algunos problemas corrientes que afectan al abeto de Douglas y que están relacionados con las zonas secas de este condado [Mendocino], y quizás también del condado de Lake y del sur de Humboldt». Sin embargo, cabe señalar que también hay árboles afectados en otras partes de estos condados y no solo en las zonas «secas». Marshall, según el artículo del Ukiah Daily Journal, también declaró que «los insectos que matan a los árboles no suelen atacar a un grupo de árboles sanos a menos que algunos de ellos estén estresados por alguna razón o que algún otro agente patógeno esté mermando su salud».

¿Cuál es el denominador común del deterioro de la salud de los árboles en tantas regiones de los Estados Unidos? ¿La contaminación del aire, la calina blanca, el cambio climático, el aumento de la radiación ultravioleta, las estelas de condensación persistentes de los aviones a reacción causadas por la humedad alta, las emisiones de combustible de los aviones, la falta de luz solar debida a las nubes artificiales (NASA), o el cambio climático producido por las estelas  persistentes de los aviones? Según datos de la NOAA [Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica], en los Estados Unidos hay más de 50 programas de modificación del tiempo atmosférico en curso. ¿Qué impacto tiene esta manipulación química del tiempo atmosférico en los microclimas regionales de los que depende la salud de los árboles, de las plantas y de los cultivos agrícolas?

La modificación artificial del tiempo atmosférico mediante el uso de sustancias químicas puede afectarnos a todos nosotros al reducir las reservas de agua, al cambiar los ciclos de la producción agrícola y al hacer que disminuyan tanto dicha producción como la disponibilidad de agua. Dado que en la mayoría de los programas experimentales de modificación del clima se utilizan sustancias químicas que son liberadas en la atmósfera, la población podría verse sometida cada vez más a sustancias tóxicas o desconocidas que podrían afectar negativamente a los cultivos agrícolas y a los árboles.

El oscurecimiento global y las estelas persistentes que producen nubes artificiales pueden tener efectos graves en la agricultura. Un estudio reciente sobre el cultivo de maíz realizado en Illinois demuestra que con el cielo nublado la producción de maíz disminuye, y que con la luz solar directa la producción aumenta.

Los árboles moribundos y muertos, las ramas muertas y las matas y arbustos en mal estado de salud hacen que algunos de nuestros bosques se conviertan en antorchas cuando se declara un incendio. ¿Por qué nuestros funcionarios públicos hacen como si este problema no existiera en lugar de tomar muestras de los anillos de los árboles y del suelo para averiguar por qué los árboles están estresados y moribundos? ¿Qué es lo que ha provocado este desequilibrio ecológico? ¿Qué medidas se están tomando para determinar qué es lo que estresa a nuestros árboles? Hasta ahora, la típica respuesta ha sido «la sequía y los insectos», pero en muchas regiones en las que los árboles se están deteriorando la pluviosidad total anual ha sido la normal en los últimos cien años. Y, por otro lado, los árboles sanos resisten a los agentes patógenos y a los insectos. Muchos de los «funcionarios» del gobierno estatal y del gobierno federal hablan sobre el deterioro de los árboles confidencialmente, pero no se atreven a denunciarlo porque temen que los despidan o que los degraden. ¿Por qué?

Cabe señalar que, según explicó Charles Little en 1995 en su libro Dying of the Trees (La muerte de los árboles), «además de los óxidos de nitrógeno y de azufre, otros elementos extraños (y también el vanadio) aparecieron en las muestras cilíndricas extraídas por perforación de ejemplares de picea y de arce, elementos que, como el arsénico y el bario, no se dan en los sistemas forestales naturales; también aparecieron el cadmio, el zinc, el plomo y el cobre”. El aluminio, que aparece cada vez con más frecuencia en las muestras de agua tomadas obligatoriamente por los servicios municipales de agua del condado de Mendocino, de otros condados de California y de Arizona, podría ser «el más tóxico de todos» para nuestros árboles. Y, sin embargo, son muy pocos los organismos gubernamentales que están recogiendo muestras de agua, de suelo o de los anillos de los troncos para averiguar lo que está afectando negativamente a nuestros árboles y plantas y si el aluminio es una de las causas de su decadencia.

En su libro, Charles Little dice que «da la casualidad de que el aluminio es un componente común del suelo de los bosques en casi todas partes, pero está ‘atrapado’ en los silicatos de aluminio, y en estos compuestos no está al alcance de los árboles y otras plantas, y por lo tanto no resulta peligroso para ellos. Pero cuando llegaron las lluvias ácidas… los silicatos se deshicieron, y el aluminio se liberó para ser absorbido por los árboles y las plantas. El metal lo primero que mata son las raíces. Esto significa que los árboles ya no pueden absorber y transportar los nutrientes que necesitan, como el fosfato, el calcio y el magnesio, fertilizantes indispensables que son disueltos y desplazados del suelo por las precipitaciones ácidas… Los árboles se debilitan y pueden ser invadidos por insectos o por agentes patógenos, o bien sucumbir a las inclemencias del tiempo, o bien ambas cosas, con lo que terminan muriéndose».

¿Por qué aquí la lluvia se encuentra en el lado ácido de la escala? No sabemos con exactitud qué es lo que está estresando a nuestros árboles, pero la toma de muestras del suelo y de los anillos de los troncos ya es un comienzo. Con el aumento de la contaminación del aire de nuestros  condados, los efectos pueden ser mayores de lo que sospechamos, y todos nuestros representantes locales, estatales y federales deben estudiar a fondo este problema que nos amenaza… y no limitarse a recomendar que se talen los árboles de nuestras cuencas (como hace la senadora Dianne Feinstein del lago Tahoe) sin haber averiguado cuál es la causa de estas pérdidas.

Por otro lado, se están registrando niveles altos de radiación ultravioleta en amplias zonas de los Estados Unidos. Este tipo de radiación también puede ser perjudicial para la salud de los árboles y para sus tasas de crecimiento, y puede causarles un estrés adicional. La NOAA y el Servicio Meteorológico Nacional publican las previsiones actuales de los índices de radiación ultravioleta en sus sitios web. El nivel de exposición a la radiación ultravioleta está aumentando en los Estados Unidos. ¿Serán tal vez las emisiones de combustible de los aviones a reacción (que contienen el ácido nítrico que destruye el beneficioso ozono de nuestra atmósfera) uno de los principales culpables de este aumento de la radiación ultravioleta que llega a la tierra?

El señor Buckman indicó que «los datos del pronóstico del índice de radiación ultravioleta (del Centro de Predicción Meteorológica de la NOAA) son bastante impactantes. Vivimos en una región que con frecuencia alcanza unos niveles de radiación solar ultravioleta al mediodía de entre 10 y 11, que se consideran «muy altos». Los cambios en la luz ultravioleta podrían provocar fácilmente una reacción como esta, y de hecho pueden producir cambios importantes en la comunidad vegetal. ¿Por qué los niveles de radiación ultravioleta son elevados?«

La replantación será una solución solo si somos capaces de determinar la causa del problema. Los árboles recién plantados también morirán: esto ya se ha registrado en regiones como la de Redding, California. Tenemos que realizar los análisis y ponernos manos a la obra con el fin de mitigar estos efectos antes de que sea demasiado tarde y de que perdamos más árboles y con ello aumente el riesgo de incendio en nuestros respectivos condados. Si no encontramos una solución, este riesgo aumentará a medida que los árboles sigan cayendo enfermos y muriendo.

Por si fuera poco, en los Estados Unidos están desapareciendo los polinizadores y las abejas, lo que también podría ser perjudicial para las plantas y los árboles, sobre todo para los árboles frutales y los cultivos agrícolas. Los programas de modificación del tiempo basados en sustancias químicas, los programas de calentamiento de la atmósfera y de pruebas atmosféricas, las estelas persistentes de los aviones a reacción, que aumentan la humedad y cambian los microclimas, podrían perturbar la salud de los árboles y plantas de todo el territorio de los Estados Unidos y provocar una disminución de la la polinización al reducir el número de polinizadores como las abejas. Las estelas persistentes que dejan los aviones también hacen que disminuya la cantidad de luz solar directa que llega a la Tierra, y por ende que se reduzca la fotosíntesis, que es necesaria para que todos los árboles y plantas crezcan adecuadamente y también para la producción agrícola.

En muchos de nuestros organismos estatales y del gobierno federal se conoce la existencia de estos problemas, pero a los ciudadanos se nos oculta esta información y no se realizan los análisis necesarios para averiguar por qué se estresan nuestros árboles y plantas. Se transmiten a la opinión pública unas respuestas estándar que no tienen sentido y que funcionan como un placebo, pero no se realiza una investigación a fondo. Antes de talar o de podar nuestros árboles moribundos y muertos, formulemos las preguntas difíciles… Investiguemos lo que les está pasando a los árboles de nuestros parques nacionales y de otras regiones. Formulemos las preguntas difíciles y exijamos respuestas.

Los ciudadanos les pagamos el sueldo a los funcionarios del gobierno. Ya es hora de que defiendan nuestros intereses protegiendo a nuestros árboles y plantas. Y debemos hacerles saber a nuestros representantes electos que los empleados de ciertos organismos gubernamentales reciben presiones que los obligan a cambiar los informes científicos y a acatar las directrices establecidas por los partidos políticos so pena de perder sus puestos de trabajo. Elegimos a nuestros representantes para que protejan el interés público y nuestros bienes comunes, ya sean el aire, el agua, el suelo, los árboles, las plantas, la agricultura o la atmósfera, de manera que nadie los pueda usar en beneficio propio ni para realizar experimentos militares, universitarios o privados que son cuestionables. Lo primero que nuestros funcionarios electos deben proteger son nuestros recursos naturales y la salud pública, pero en el momento presente lo que parece que están protegiendo son intereses políticos corporativos, anteponiendo las donaciones de los grupos de presión a los derechos de los ciudadanos estadounidenses.

Hemos recibido numerosas fotografías de árboles moribundos y muertos procedentes de Arizona, California, Nevada, Washington, Alaska y Virginia, entre otros estados. Ha llegado el momento de pasar a la acción. Si buscamos información en Internet sobre la decadencia y la muerte de los árboles y las especies que se han visto afectadas, en cada condado y estado, descubriremos que la cantidad de árboles que han enfermado o han muerto, no solo en los Estados Unidos sino en todo el mundo, es inmensa.

ES HORA DE SABER POR QUÉ NUESTROS ÁRBOLES SUFREN ESTRÉS Y NO SON CAPACES DE RESISTIR NI A LAS PLAGAS NI A LOS AGENTES PATÓGENOS. POR FAVOR, ESCRIBAN A SUS REPRESENTANTES LOCALES, ESTATALES Y FEDERALES Y PÍDANLES QUE APRUEBEN LA REALIZACIÓN DE ANÁLISIS DEL SUELO, DEL AGUA, DEL AIRE Y DE LOS ÁRBOLES. Necesitamos que respondan a nuestras preguntas, y no que nos digan que esperemos mientras que vemos cómo se mueren nuestros árboles y luego los talan o se calcinan en los incendios forestales.

Welcome to California Skywatch

1. THE DYING OF THE TREES (La muerte de los árboles), de Charles E. Little, Penguin Books,1995.

2. El boletín informativo de la NASA de octubre de 2005, en la página 8, dice que “las nubes son la variable más importante de las que controlan la temperatura atmosférica y el clima de la Tierra. Cualquier modificación de las capas de nubes del planeta puede contribuir a que se produzcan cambios de larga duración en el clima de la Tierra. Las estelas de los aviones, sobre todo las persistentes, representan un incremento artificial de la nubosidad de la Tierra y es probable que afecten al clima y a la larga a nuestros recursos naturales”.
NASA, octubre de 2005:
http://asd-www.larc.nasa.gov/GLOBE/Count/Oct2005/ConEdNews_p8.pdf

3. Popular Science Magazine, noviembre de 2005, “Can We Stop Storms?” (“¿Podemos detener las tormentas?”):
http://www.popsci.com/popsci/science/c955700641f87010vgnvcm1000004eecbccdrcrd.html

(Hablan de “programas experimentales”).

4. Las estelas persistentes de los aviones modifican el tiempo atmosférico. Lo vemos cada vez que nos “atacan” los aviones a reacción que dejan tras de sí estelas persistentes que en poco tiempo cubren el cielo del condado de Mendocino con una calina blanca y nubes artificiales. Esta capa artificial hace que disminuyan las temperaturas diurnas, que suban las nocturnas y que también aumente la humedad en Mendocino, como indican los estudios históricos realizados a partir de los datos sobre el tiempo, la pluviosidad y la humedad de nuestra región.

La extraña ausencia de heladas nocturnas durante el invierno de 2005-2006 ocasionó pérdidas en los cultivos de árboles frutales. Se cree que la carencia de luz solar directa debida a las estelas persistentes de los aviones (entre el 1 de enero y el 25 de marzo de 2007 solo hemos tenido tres días libres de estelas) puede haber provocado una reducción de la fotosíntesis, y que esto ha retrasado el crecimiento normal que tendrían las plantas herbáceas autóctonas (las que se cultivan y las silvestres) si recibieran la luz directa del sol que les suministra la energía necesaria para crecer.

5. http://aggie-horticulture.tamu.edu/stonefruit/chillacc.htm

6. (18 de enero de 2006) – Farm Bureau:
http://www.cfbf.com/agalert/AgAlertStory.cfm?ID=512&ck=10A7CDD970FE135CF4F7BB55C0E3B59F

7. (7 de marzo de 2007)  – Lawrence Livermore Laboratory: “Crops Feeling The Heat” (“Cultivos sensibles al calor”):
http://www.eurekalert.org/pub_releases/2007-03/dlnl-cft031507.php

8. The NASA / U.S. Air Force CRESS 1990 Press Kit:
http://www.flyaria.com/document/html/mission/crres/cr.htm

9. INFORME SOBRE LAS EMISIONES DE LOS REACTORES SUBSÓNICOS

AGENCIA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL PA420-R-99-013 – Informe final: «Evaluation of Air Pollutant Emissions from Subsonic Commercial Jet Aircraft» (Evaluación de las emisiones contaminantes de los aviones a reacción subsónicos comerciales), U.S. Environmental Protection Agency. Abril de 1999. La agricultura, la salud pública y las emisiones de los aviones:
http://www.epa.gov/oms/regs/nonroad/aviation/r99013.pdf

10. El colapso de las colonias de abejas (2007) ¿Podría atribuirse este nuevo fenómeno a algunas de las pruebas atmosféricas que estamos realizando, del mismo modo que el sonar de los barcos de guerra trastorna a los delfines y las ballenas?
http://www.google.com/news?hl=en

11. Las abejas melíferas (marzo de 2007):
http://news.independent.co.uk/environment/wildlife/article2314202.ece

12. La decadencia de las abejas a escala mundial (2007):
http://www.hese-project.org/hese-uk/en/issues/emr.php?id=bees

13. Síntomas que presentan las secuoyas del condado de Mendocino, California:

http://www.californiaskywatch.com/photos_anderson/

14. Síntomas comunes presentes en los árboles de Ukiah, California:

http://www.californiaskywatch.com/photos_utrees/

15. Fotografías del cielo de Arizona: http://arizonaskywatch.com/
16. ¿Cómo prefieres el cielo, natural o artificial?: http://bakersfieldskywatch.com/
17. Webs de la EPA: http://www.epa.gov/sunwise/uvradiation.html
http://www.epa.gov/sunwise/uvindex.html

Artículo traducido por Conrad R.

Nota: Rosalind Peterson escribió este artículo en 2007. Dos años más tarde, Sofia Smallstorm redactó La decadencia de los árboles en Estados Unidos (la traducción al español se puede leer aquí).

Nota: Este enlace conduce a una lista de artículos que versan sobre la geoingeniería y sus efectos en los seres vivos.